Saturday, July 08, 2006
Pero no sólo amor,
beso quemante
o corazón quemado
eres, vino de vida,
sino
amistad de los seres, transparencia,
coro de disciplina,
abundancia de flores.
Amo sobre una mesa,
cuando se habla,
la luz de una botella
de inteligente vino.
Que lo beban,
que recuerden en cada
gota de oro
o copa de topacio
o cuchara de púrpura
que trabajó el otoño
hasta llenar de vino las vasijas
y aprenda el hombre oscuro,
en el ceremonial de su negocio,
a recordar la tierra y sus deberes,
a propagar el cántico del fruto.
Parto la gris y matinal mañana de sàbado con una fragmento de la oda al vino de Pablo Neruda. Y creo que no hay mejor ocasión para dar mi propia reverencia al vino, (blanco si mal no recuerdo), que se lo merece esta vez por todo lo que logrò sacar anoche en una atípica velada en el ¨Rincòn de Pame¨. Acotando algo más a nuestra conversación sobre la permanencia de las amistades en la vida adultera.. digo adulta, les cuento que me desperté con el corazón llenito. Y eso sucedió porque anoche nos fuimos a las profundidades de esas conversaciones que me encantan... no fue tanto por lo que hablamos sino porque me di cuenta que cada vez que me junto con ustedes me doy cuenta del grado de confianza y deshinibiciòn que empiezo a tener. Como que todo fluye y sale para afuera... y eso me agrada sumamente mucho. Confesiones de tiempos antaños... sentimientos guardados que solo compartes con algunos pocos... verse en el otro,,, compartir las mismas experiencias... hablar el mismo idioma... sentir la permanencia de una amistad... sentir el comienzo de una nueva, son los sentimientos que me vienen. La verdad, es que ayer nos paseamos desnudamente entre nosotros ( y esto por favor no lo tomen literal para los que no estuvieron), y espero que el vino vertido caiga en vasijas de oro, noble material que permanece en el tiempo para el deleite de todos.
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